viernes, 22 de julio de 2016




EL CADUCEO DE LOS MEDICOS MERCURIALES




El Caduceo se define como un símbolo integrado por una vara delgada rodeada por una o dos serpientes y adornado, en ocasiones, con dos alas en el extremo superior; es el emblema de Mercurio, de Hermes, de Apolo y de Esculapio y se identifica como “Emblema Universal de la Medicina”.  Sin embargo, la vinculación del Caduceo a la medicina es de origen griego.
El Caduceo ha evolucionado a un símbolo fijo, emblema científico de valor universal, que polariza las propiedades de la realidad del hombre, y expresa la relación dialéctica de la vida y la muerte, la salud y la enfermedad. Sin embargo, cotidianamente encontramos la sustitución del Caduceo de Esculapio por el de Hermes como emblema de la profesión médica,  la asociación de la bioética y la necesidad de retornar a los valores de la ética hipocrática que se contrapone a la de la ética utilitarista y mercantilista de fin de siglo.
 La existencia de un doble simbolismo que converge en la práctica médica contemporánea pudiera estar asociada a tendencias inconscientes que pueden o no favorecer el actuar ético del médico.
En el nuevo sistema que se genera a partir de los esquemas del neoliberalismo, el Caduceo de Hermes, (que es el emblema de comerciantes y mercaderes), implica la significación de una medicina como negocio, en que los pacientes son “clientes” que “compran” atención médica y los médicos utilizan mercadotecnia avanzada para promocionarse, “vendiendo” tratamientos a los consumidores de salud.
Hermes, era conocido en Egipto como el Dios de Cabeza de Ibis (Thot) simbolizando el ave el principio de trascendencia y poder. En Grecia era representado como falo  con serpientes entrelazadas (en acto de unión sexual), que penetra en el mundo desconocido buscando un mensaje de liberación, curación y vida. 
El análisis histórico del Caduceo ha puesto de manifiesto que su representación precisa es el báculo con una serpiente. La historia del Caduceo es la historia de la angustia y la esperanza en la salud, la vida y la muerte del ser humano.
Así, Hermes recuperó atributos de la vida del ave Ibis, la cual agregó a su naturaleza tectónica de serpiente adquiriendo su cayado alas por encima de las serpientes convirtiéndose de esta manera en Caduceo o bastón alado de Mercurio “el hombre volador” con sombrero y sandalias con alas, que del mundo inferior, pasa por la realidad terrenal donde alcanza la dimensiones  sobrehumana con su vuelo alado a la morada de los dioses.
Por otra parte, Esculapio era hijo de la luz, de la razón, de la vida; pero también es una deidad tectónica, que proviene del inframundo, en suma, de la muerte; situándose la medicina entre la vida y la muerte, y de ahí la necesidad de su resolución por la vía de la ética.

El simbolismo de los logotipos es, pues más importante de lo que parece a primera vista,  ya que la adulación a Hermes no se limita al uso del Caduceo, sino que matiza el lienzo ético de la práctica médica. 
Un control efectivo de esta práctica sólo puede venir desde dentro de la profesión: tal vez a través de un regreso al “culto” de Hipócrates (cuya ética médica no ha sido mejorada en un período de más de 2,000 años), que todavía mantiene un precario asidero en el mundo médico.





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