El presidente de EE.UU., Barack Obama, está siendo criticado
porque presuntamente ha omitido pronunciarse ante el caso de Meriam Ibrahim,
una madre cristiana sudanesa condenada a 100 latigazos y luego a morir en la
horca. Ella está acusada de abandonar el Islam, la religión oficial del país.
Según los órganos críticos de los derechos humanos, en los
últimos meses, Obama o cualquier funcionario de alto rango del gobierno de los
EE.
UU., no ha ofrecido ninguna declaración pública por la
liberación de Meriam que actualmente está encarcelada en espera de su condena
luego de dar a luz a su segundo hijo en la cárcel.
El comportamiento del gobierno de los EE.UU. se da como un
pasivo, sin embargo el primer ministro británico David Cameron ya se pronunció
por la causa de Meriam, junto a varios miembros de la ONU especialistas en
derechos humanos.
Un portavoz del Departamento de Estado de EE.UU. se
justificó afirmando de que el “juicio está sujeto a apelación”.
De acuerdo con el Departamento de Estado, el marido de Meriam,
Daniel Wani, tiene la ciudadanía de EE.UU. Esto significa que el hijo recién
nacido Martin y Maya, la otra hija, también tienen ciudadanía norteamericana.,
Meriam puede ser elegible para ser una ciudadana de los EE.UU., por lo que se
podría crear un embargo diplomático contra Sudán.
Este mismo argumento es una razón más para que el
Departamento de Estado tome medidas para destacar que la protección de los
ciudadanos estadounidenses en el extranjero es una prioridad, sobre todo ante
la necesidad urgente de Meriam, que está en peligro de morir en cualquier
momento.
El gobierno de EE.UU. ha sido históricamente uno de
los abogados internacionales más importantes para la libertad religiosa ante la
ONU y en las relaciones bilaterales, de acuerdo con The Daily Beast, y ahora
los organismos de defensa esperan una presión moral por parte de Obama para que
Sudán retire la condena contra Meriam.
No hay comentarios:
Publicar un comentario