Los presidentes de las instituciones de la Unión Europea
(UE), así como los representantes de las principales religiones en Europa
hicieron ayer martes un llamado para la liberación de una sudanesa cristiana de
27 años condenada a muerte por apostasía.
José Manuel Durao Barroso, Herman Van Rompuy y Martin
Schulz, presidentes de la Comisión, del Consejo y del Parlamento Europeo
respectivamente, expresaron su “profunda consternación e inquietud” por la situación
de Meriam Yahia Ishag, condenada a 100 latigazos por adulterio y a muerte por
ahorcamiento por apostasía.
Los tres responsables europeos exhortaron a las autoridades
sudanesas a respetar la libertad de religión y a revocar el “veredicto
inhumano” pronunciado contra Ishag y a liberarla.
El texto fue aprobado por los jefes religiosos reunidos en
Bruselas en el marco del diálogo interreligioso entre las comunidades
cristiana, judía, musulmana, hindú, budista y sij y las instituciones europeas.
Meriam Yahia Ibrahim Ishag, de padre musulmán, fue condenada el 15 de mayo por
un tribunal criminal en virtud de la ley islámica en vigor que prohíbe las
conversiones.
Meriam de 27 años dio a luz en prisión, está casada con un
cristiano fue condenada a 100 latigazos por “adulterio” ya que según la
interpretación sudanesa de la sharia (ley islámica) toda unión entre una
musulmana y un no musulmán es considerada como un “adulterio”.
Su marido, Daniel Wani, es ciudadano estadounidense oriundo
de Sudán del Sur. Según Amnistía Internacional, Ishag fue criada en el
cristianismo ortodoxo, la religión de su madre, dado que su padre, musulmán,
estuvo ausente durante su infancia.
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